Aburrida como una mona II

Llevo toda la semana intentando convencer a Despe de ir a Madrid a pasar el finde, y no me dice que no, pero se hace la tonta, y eso es que no le apetece. Creo que no quiere ir porque ahora tiene bastante más lío en el trabajo, y los findes quiere estar más relajada y tal. No insistiré más, lo entiendo perfectamente, además sé que es mejor esperar, al menos para mi, para ella no tanto, porque como me de tiempo a organizarlo, lo mismo coincide con alguna "cosilla" que haya por Madrid ese finde...¿quién adivina? es obvio.

Ayer estuve en mi casa por la mañana, hacía que no iba...ni me acuerdo, al entrar no podía abrir ya que alguien tenía las llaves puestas por dentro, menos mal que hay dos puertas, si no, mi cabreo podría haber sido monumental, así que nada, entré por la cocina, y cual fue mi sorpresa cuando nada más abrir me encontré a una desconocida en pijama desayunando.

Me presenté y ahí me di cuenta de que es italiana, porque habla como Antonia Dell'Ate pero sin dar voces. Me cayó bien, llevaba sola toda la semana y vi que es de esas personas en peligro de extinción, de esas que limpian el baño, que tienen la cocina impecable, que se va a duchar y avisa por si alguien quiere entrar antes, que ventila su ropa cuando vuelve de fiesta y además habla y dice cosas coherentes. Bien!

Valoro esto porque el año pasado, el único chico que hay en el piso me dejó de hablar, y todo por decirle que hiciera el favor de bajar las 3 bolsas de basura que tenía acumuladas en la terraza, que le tocaba a él, un día se las bajas y no pasa nada, y dos y tres, pero no cuarenta, que el Luisma no es tonto.

A ver que tal este año, no creo que esté mucho en mi casa pero al menos el tiempo que esté allí, que me encuentre a gusto.