Londres

Teníais razón cuando decíais que Londres merece mucho la pena, que nevado es aún más bonito y que si además, pillábamos toda la iluminación navideña, nos iba a gustar el doble. El resultado es...que nos ha encantado!

Sería un tostón que me pusiera a decir todo lo que vimos, pero si diré que (por razones personales) disfruté un montón la visita a la Abadía de Westminster, me pareció una pasada. Tampoco olvidaré nunca el crucero con Despe por el Támesis, con el Big Ben, las casas del Parlamento y el London Eye de fondo, la visita a la Torre de Londres nevando o caninar por Hyde Park de la mano con Despe sobre 7 cms de nieve. A ver si me pongo con el diario, me apetece mucho hacerlo.

Ha hecho muuuuucho frío, tengo que reconocerlo, pero lo sabíamos y nos abrigamos todo lo que pudimos y lo llevamos bastante bien. Aunque soy más chula que un 8, a Londres me llevé las botas de montaña, jerseys gordotes y un gorro espantoso pero calentito. Eso si, el secador vino conmigo, por ahí ya sabéis que no paso.

Los últimos dos días nos entró un poco de canguelo ya que debido al temporal, cerraron dos aeropuertos de Londres. Afortunadamente y aunque con una hora de retraso, pudimos volver a casa. Dos horas después de aterrizar, los controladores se pusieron "malitos". Una suerte tremenda, pero que queréis que os diga...la que me faltó el 29 de noviembre jajajaja.